Chopi y la princesa o La princesa caballero
Antes de la llegada de los animes violentos y una vez superada la fiebre de los dramones Heidi y Marco, llegaron a las pantallas de TVE algunas series japonesas infumables cuyo mayor objetivo parecía el competir con la anterior en cursileria barata. Cuando tienes menos de 10 años, como era mi caso cuando se emitieron, no tienes todavía un sentido de que es cursi, al fin y al cabo te gustan los peluches pese a que no te los regala tu novi@, o sea que realmente, la percepción no está del todo formada. He seleccionado para despotricar hoy, la que es sin duda la serie japonesa más cursi de la historia de la humanidad, un puesto en lo alto del podium que comparte , eso sí, con Candy Candy: Chopi y la princesa.
La palabra princesa tiene varias acepciones. En algunas casas reales puede significar deficiente mental, "trabajadora" de La Caixa o compañera de Urdaci. En otras nos sugiere felaciones mientras se sufre un accidente en París. Tampoco podemos olvidar que, generalmente, siempre hay una persona en todas las clases de niños de menos de 12 años que por carnaval se disfraza de princesa. En mi clase había una compañera que alternaba año si año no el disfraz de princesa rosa y el de bailaora... rosa. En fin. Que de todas las acepciones que tiene princesa puestos a elegir y pudiendo escoger otras mucho más interesantes (imaginad animes como "La princesa anoréxica", "El Principe Farlopero" o "Las isquémicas aventuras de Marichalar") a la hora de pensar la serie fueron a escoger la versión más cutre.
El argumento era cuanto menos peregrino. Un rey solo tiene una hija y una ley impide que las mujeres hereden el reino. Aqui tendria dos opciones, o deroga la ley, que para algo manda, o se jode. Pues no. El Rey tiro por la calle de enmedio, vistió a su hija de hombre y esperó a que a nadie se diera cuenta, y lo más curioso es que le funcionó en un 99%. Sólo una persona se dio cuenta de que el principe en realidad no tenia rabo: El malvado Duque Duraluminio, que aspiraba a que su hijo Plástico, tonto perdido, por cierto, ocupara el trono.
Esto nos lleva a dos conclusiones. En primer lugar el reino en cuestion estaba habitado por deficientes mentales. Esto podría significar que las aventuras se ambientaban en Andorra, pero no, porque los jefes de Estado de ese país ridículo són el Obispo de la Seu d'Urgell, que no puede tener hijos, al menos reconocidos, y el presidente de Francia, que no es rey. Por tanto, el unico reino cuyos habitantes pueden ser tan tontos para creerse esto es Mónaco, donde aún piensan que a Albertito le gustan las mujeres. La segunda conclusión a la que se puede llegar es que dado la voz aflautada de el/la protagonista, todos los habitantes creían que el proximo rey sería Valerón I de Mónaco.
Para acabarlo de rematar a la princesa la acompañaba uno de los personaje más odiosos de la historia de la TV. El angelito Chopi, que como decia la canción, "Es un angel que bajo del cielo, a ella la protegerá". En fin, como podeis ver sólo se puede definir con una palabra: lamentable y cursi. Uy no! Que son dos palabras! Bueno, da igual.
Dicho todo esto, el unico argumento que tenía la serie es que el Duque intentaba desenmascarar a la princesa. Esto un capítulo tras otro. Además, por las noches, la princesa desfacía entuertos camuflada por un antifaz. Como podeis ver, la serie era un auténtico coñazo, pero como un niño es por definición tonto, semejante bodrio pudo mantenerse en antena un par de añitos. ¡Y es que ni siquiera tenía una sintonía que se pudiera cantar en la última fila del autocar introduciendo las palabras polla o teta!
En fin, por suerte, un par de años después llegarían las privadas y con ellas Campeones -y Bateadores-. Los que tenemos la suerte de vivir en Catalunya nos podíamos desintoxicar después de un capítulo de Chopi y la princesa viendo el Dr. Slump y poco después Bola de Drac. Es por eso por lo que se nos tiene tanta rabia en España, no por el Estátut y otras zarandajas. Aqui os dejo la careta de entrada, de su etapa en Tele5: